REVOLUCIÓN UNIVERSITARIA

Ataque y contragolpes con la nueva Ley Universitaria 
(Foto: Peru21)
Decisión necesaria, o incoherente por otros, empieza a desarrollar el gobierno de Ollanta Humala tras la posible promulgación de la Ley Universitaria en los próximos días. El afán por incrementar el potencial de los jóvenes estudiantes y tener buenos profesionales con capacidad de superación para un país en desarrollo hace que se determine asentarla en la estructura universitaria.
Aunque para algunos el cambio es obligatorio, sobretodo para las empresas que necesitan un profesional apto con dos idiomas establecidos apenas salidos de la universidad, para muchos estudiantes ‘cachimbos’ y de nivel intermedio resulta desalentador debido al hecho que podría no beneficiarlos estudiantilmente y perjudicarlos en la adjudicación del bachillerato.

Basta nombrar al presidente de la Federación de Estudiantes, Michael Ortiz, quien criticó la medida optada por el congresista y principal propulsor de la nueva ley, Daniel Mora, a quien adjudicó el calificativo de “improductivo” el consenso que desea establecer en las casas de estudio para que puedan desarrollarse e incrementar el índice educacional.

Sin embargo, el detonante para qué miles de estudiantes se rebelarán y no permitan la promulgación de la nueva ley es el cambio abrupto interpuesto como: sacar el bachillerato mediante una tesis, titularse con sustentación profesional y obligatoriamente aprender un idioma extranjero o nativo. Para los jóvenes manifestantes, el hecho que tener que presentar una tesis apenas terminado los 10 ciclos universitarios es ilógico, aunque al parecer se trataría porque no muchos acaban la carrera con el conocimiento necesario para aportar algo original en un tesis determinada.

A partir de esto, puedo determinar que los incidentes dados en las protestas acontecidas en las afueras del Congreso de la República resaltan el hecho que los futuros profesionales no desean que les “entrampen” el camino y ser “aves eternas” en las universidades donde, quien sabe, estén aprobando satisfactoriamente o con la mínima nota en sus respectivos cursos.

Un indicativo que desfavorece a los manifestantes es el hecho de saber porque están protestando, algo que muchos estudiantes no tienen ni la más remota idea sobre que consiste la Ley Universitaria. Aquí es donde los lideres de agrupaciones políticas o sociales en cada universidad sacan provecho de las masas y ocasional el estallido de una guerra entre estudiantes y Gobierno. Culmino afirmando que debemos percatarnos del caso más notorio de enfrentamiento similar acontecido en Chile, donde trascurrido varios meses de la última protesta por los pagos exorbitantes en las universidades, el Gobierno sigue sin dar pie atrás en sus decisiones. ¿Pasará igual en nuestro país?
Por: Mr. Jara
¿VERDAD O SIMPLE OPINIÓN?

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